Para una masiva cantidad de personas resulta ser el estrés una característica inherente a su estilo de vida, pero muchos desconocen las inmensurables consecuencias que arropa el tomar con ligereza esta condición y no eliminarla de raíz.
Es así como, incluso al encontrarse de vacaciones, no les es posible a muchos el descansar, su cuerpo se siente agobiado, tenso, gastado. Como pudiera entonces definírsele? Viene siendo este una respuesta de nuestro cuerpo ante una situación amenazante. Muchos cometen juicios errados al pensar que solo momentos angustiantes de trabajo o exigencias que se muestran ajenas a nuestra realidad son las causantes de este mal sin embargo esto puede producirse, incluso por un manejo inadecuado de sentimientos –en todo el desborde de la palabra-.
A menudo, suelen muchas personas consolar sus dolencias con la comida, el exceso de ejercicio y otros factores que más adelante veremos como en lugar de disminuir, empeoran estos nuestra condición. Que abarca entonces a totalidad el concepto de estrés? Veamos.
Existen situaciones o estímulos que pueden desatar una condición estresante dada su novedad, esto se puede ver reflejado tanto a nivel psicológico como fisiológico. La razón primordial para que se vislumbre en todo el ser de nuestro cuerpo, se centra primordialmente en que nuestro cerebro, controla todos y cada uno de las partículas que nos conforman y al sentir carga emocional por una situación X, disminuimos su capacidad de ordenar de manera eficiente todo cuanto esté a su alcance. Algunos casos pueden presentar –sorpresivamente- una aceleración anormal del ritmo cardiaco, Su causa? Simplemente la vigilia causada por aquel «ente maligno».
Otras síntomas que evidencia estrés viene siendo la perdida de cabello: Cómo es esto? El cerebro –quien ya nombraremos como el centro operacional- responde ante el estrés de formas tan únicas como diversas, el descontrol hormonal es sin duda una de las más notorias a nivel social. Se desarrolla no solo una caída de cabello –aparentemente inexplicable- sino también una bipolaridad que junto con el deterioramiento físico/emocional presente en quien padece de estrés, generan una lucha diaria en contra de la depresión.
A pesar de que previamente se ha destacado solo factores negativos, el estrés pretende en esencia el desarrollo de la personalidad, objetivo que se ve perdido en el mismo instante que la persona pierde el control de sus emociones. Una vez el hombre «ceda» su postura de «presidente operacional» -o sea quien maneja el centro, tomando en cuenta que llamamos así al cerebro – entrega con esto sus armas y pierde seguido toda guerra y batalla!
Si viéramos las cosas desde el otro lado de la moneda, seria hasta indispensable una vida ausente de estrés. El sentirnos ajenos a los estímulos y alertas que despierta éste, haría de nuestra vida una absurda monotonía. Una visión más general de esta condición sería entonces el definirla como una «constante prueba cognoscitiva» . Teniendo siempre en cuenta que el resultado será positivo o no dependiendo únicamente de nuestras capacidades.
El buscar incesantemente de aplacar nuestro sentir usando terceros –haciendo referencia del centrarse en comer, ejercitarse y cuantas cosas más se puedan hacer- trae el mismo resultado que el barrer una casa llena de polvo y colocarlo al terminar, en una esquina. Ocultar, tapar y/o esconder no serán jamás sinónimos de resolver. Teniendo claro esos conceptos es más sencillo ver cuanto motiva el hacerse responsable de nuestro encorno y sentirse únicos protagonistas en la novela llamada vida. Y es que, no existe en este mundo quien pueda conocer del hombre más que el hombre mismo!
Cuanto más rápido entendamos esto y que el hacernos responsables nos atribuye una libertad increíble, que si bien es cierto que no siempre su carga es liviana, también lo es que cargar con el peso de lo que decidiste por ti mismo trae sabores, pero si fue decisión de otro, no deja otra cosa que sin sabores y la misma o incluso más grande carga. Estresado? No permitamos darle cabida a esta palabra!